Cazzu conquista Monterrey con su sensualidad y empoderamiento femenino en el escenario

La noche del 17 de octubre, el Auditorio Banamex fue testigo de una auténtica fiesta latina con sabor a trampa, ternura y poder femenino. Cazzu, la artista argentina que ha redefinido el trap en español, se presentó ante un sold out absoluto como parte de su gira Latinaje, y lo hizo como solo ella sabe: encendiendo pasiones, contando historias y agradeciendo cada muestra de cariño… desde todos los rincones del continente.

Aunque la gira lleva por nombre Latinaje, este concierto lo dejó más claro que nunca: la sangre latina no conoce fronteras. Y es que entre los gritos de “¡Cazzu hermana, ya eres mexicana!”, la cantante se emocionó al encontrarse con fans de Texas, Uruguay y hasta una seguidora de su natal Argentina, quien viajó exclusivamente para verla en Monterrey.

“Esto sí que es un verdadero latinaje, gracias por tanto amor”, expresó la artista conmovida, luego de interpretar temas como “Dolce”, “La Cueva ”, “Mala suerte”, “Que disparen” y “Brinca”, coreados a todo pulmón por un público que no paró de vibrar con cada beat.

Pero la noche guardaba momentos aún más especiales. Justo en la fecha en que en Argentina se celebra el Día de la Madre, Cazzu decidió festejarlo con los regios. “Ser mamá me cambió la vida”, confesó, “pero no por eso dejé de ser mujer. Puedo ser tierna, guerrera… y sexy también”. Las ovaciones no se hicieron esperar.

El show, que arrancó con dos primeros actos en los que Cazzu no dirigió palabra al público (una decisión narrativa para mantener la atmósfera de su propuesta escénica), fue evolucionando hacia un clímax de conexión pura. Acompañada por cuatro bailarines y sus músicos, fue soltando su lado más íntimo, poderoso y emocional.

Uno de los momentos más comentados ocurrió durante la canción “Inti”, cuando cientos de fans levantaron “solecitos” y los iluminaron con sus celulares. Otros sacaron carteles que decían “Ojitos bonitos mexicanos”, provocando una sonrisa genuina en la cantante, quien incluso pidió llevarse uno de recuerdo.

Como si fuera poco, una pareja de recién casados sorprendió a todos con un cartel que decía: “Nuestro regalo de bodas fue venir a verte”. ¿La respuesta de Cazzu? Les firmó un libro que llevaban y los felicitó en pleno escenario, regalando uno de los momentos más tiernos de la velada.

Y sí, los “cuernitos de diablita” se volvieron la corona no oficial de la noche. “Me encanta cómo se ven con eso”, dijo entre risas, mientras se despedía con su clásico agradecimiento: “Gracias Monterrey, gracias México. Me los llevo en el alma”.

El cierre fue espectacular entre una lluvia de serpentinas , fans en el escenario bailando junto a la argentina el tema “Menú de degustación”.